Breve reseña histórica del Santo Hermano Pedro

Escrito el 24/04/2024
Pablo Ambrosio


El santo, que nació en Vilaflor, diócesis de Tenerife (Islas Canarias), el 18 de septiembre de 1626, se fue a los 24 años como misionero laico, a Guatemala. Al pisar esa tierra, dijo: «Aquí quiero vivir y morir».

Una grave enfermedad lo puso en contacto directo con los más pobres y desheredados de Guatemala. Recuperada inesperadamente la salud, se hizo apóstol de los cautivos y protector de los nativos, sometidos a trabajos inhumanos, de los emigrantes y de los niños huérfanos y abandonados a los que dedicó especial atención, construyendo escuelas para educarlos con métodos innovadores para la época.

Viendo las necesidades de los enfermos pobres, expulsados de los hospitales, fundó el primer hospital para convalecientes en el mundo. Se hizo famoso por limpiar las heridas de los indigentes que encontraba en la calle antes de llevarlos en hombros al sanatorio.

 



Abrió también un oratorio, al que llamó «La casa de Nuestra Señora de Belén». Lo que inspiró a otros terciarios franciscanos que lo imitaron, compartiendo con él penitencia, oración y actividad caritativa.

«Fue un misionero incansable y un educador apasionado y genial, que inventó un propio método de enseñanza, en el que utilizaba el canto, el juego, la danza» por lo que San Juan Pablo II lo nombró “modelo para la nueva evangelización”

Debido a su labor misionera y pastoral es popularmente conocido como el «San Francisco de Asís de las Américas»



El Santo Hermano Pedro tenía una gran devoción hacia la Pasión de Jesús. En el amor a Cristo Crucificado tenían arraigo sus penitencias.
Realizaba una especial penitencia de los viernes, vestido de Nazareno y cargando una pesada Cruz realizaba su Vía Crucis en la Calle de la Amargura, actualmente de los Pasos.
Él sabía que la senda de la Cruz era la vía para encontrar a Jesús.


Al Hermano Pedro se le atribuye el inicio de la tradición de las Posadas o de la Noche Buena que después se extendió a Centroamérica.
En la Nochebuena salía del Hospital de Belén un rezado del desamparo de la Virgen Santísima y San José. Lo acompañaban los Hermanos Terceros y mucha gente con velas en las manos.
“Iban todos rezando el Rosario de la Virgen Santísima con mucha devoción, repartidos por orden en tres coros. Todos los Sacerdotes iban atrás con la Virgen y delante va San José, de camino buscan albergue de puerta en puerta”.

En 1655 el Hermano Pedro tuvo una experiencia mística, sintió que tenía a su lado a Jesús Nazareno “su Amado Jesús”.
“Desde el 8 de enero de 1655 me acompaña mi Jesús Nazareno”
Esta experiencia encendió el corazón del Hermano Pedro de un amor tierno y compasivo hacia los misterios de Cristo (la Cruz, el Belén y la Eucaristía).


 En el Calvario de la Antigua Guatemala, estando el Hermano Pedro orando al pie del Santo Cristo, el Señor le dijo “Pedro no quiero seguir crucificado aquí, quiero que me lleves al convento de las Catalinas y estar allí descansando en mi urna”.

El Hermano Pedro lo llevó arrastrándole los pies por el suelo.
A eso se debe que en su talón estén las marcas del empedrado de la calle de la Antigua Guatemala.
Hoy se encuentra en la Rectoría de Santa Catalina de la Ciudad de Guatemala.

 



Bajo esta mesa se resguardan tres partes del tronco del árbol de Esquisuchil sembrado por el Santo Hermano Pedro el 19 de marzo de 1657 en la Ermita de El Calvario, Antigua Guatemala.
En ellos se representan los tres amores del Santo Hermano Pedro:
- Dios hecho hombre en Belén
- La entrega de Dios por amor a los hombres, en la Cruz
- Dios perpetuado en la Eucaristía
Casa de habitación del Santo Hermano Pedro