Los Nacimientos en Guatemala

Escrito el 18/12/2023
Augusto Alejandro Roca Estrada


“Mientras estaban en Belén, llego para María el momento del parto y dia a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa.”  Evangelio según San Lucas: Capitulo 2, Versículos 6-7.

San Francisco de Asís conjuntamente con sus hermanos hace más de 800 años, iniciaron la tradición de conmemorar el nacimiento de Nuestro Señor, a través de una forma de representación visible y sencilla, que en la Europa del Siglo XVI evolucionó con las escuelas de escultura de la transición del arte renacentista al barroco. En el siglo XVII en el Reino de Goathemalán (Guatemala en idioma Náhuatl) el Santo Varón el Hermano Pedro de San José de Betancourt, con los matices europeos de la tradición navideña conjuntamente con los toques tradicionales propios de la tierra guatemalteca, iba a dar paso a la conformación, características y formas propiamente de los nacimientos chapines, que se siguen manteniendo hasta el día de hoy.

Los belenes como se le conocen en España, en Santiago de los Caballeros de Guatemala se arraigaron más a las costumbres y vocablos, conociéndose como nacimientos. Elaborándolos con materiales sencillos y originales como los chiriviscos, paja seca, piedrín, arenilla blanca, pequeñas imágenes de pastores, la sagrada familia, reyes magos, entre otros. El Santo utilizo una de nuestra flora guatemalteca para dar un toque de color y hermosura a los nacimientos, la flor de pascua como símbolo navideño de paz y de detalle. Como la creación de los rosarios de manzanilla para darle un aroma de fragancia única dentro de la elaboración de los mismos. La gente y los sacerdotes imitaron al Santo Hermano Pedro llevando la catequesis del nacimiento de Nuestro Señor a sus hogares como tributo de humildad y agradecimiento al Hijo de Dios por haber venido al mundo. Como a la Santísima Virgen y su padre adoptivo San José. Tradición que persiste hasta nuestros días con imágenes de madera, yeso o de otros materiales, los tradicionales fondos o lienzos, aserrín de colores, ranchos de bejuco, musgo, piaste, entre otros materiales con la implementación innovadora de principios del Siglo XX, la electricidad en las lucecitas de colores antes los famosos chilios de vidrio, ahora en material LED. 

Los grabados mexicanos del siglo XVIII muestran la importancia de la relación de los nacimientos o Belenes con la base, inspiración y la misión religiosa de fundación de la Orden Bethelemitas con su Santo Fundador, el escudo de la orden, las tres coronas simbolizando a la Sagrada Familia con la estrella que guía a los pastores y a los Santos Reyes Magos, con la representación de la adoración de los pastores con el Santo Hermano Pedro, arrodillado, rezando y contemplando la escena.  

En Antigua Guatemala se puede observar esta escena en la hornacina del Templo de Nuestra Señora de Guadalupe (Iglesia de Belén) en la Plazuela de la Paz y Calle del Hermano Pedro, en el Templo de San Francisco el Grande en un altar dedicado al misterio de Belén cerca de la antigua tumba del Santo, un mosaico con esta estampa ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala en la esquina de la casa de los Hermanos Bethelemitas en la 2ª avenida y 7ª calle. Como los homenajes dados al Santo de Guatemala poniendo una representación pictórica o escultórica suya, en los nacimientos de las casas, parroquias, órdenes religiosas, etc. Por su ardua labor caritativa en nuestras tierras y ser un impulsor de las tradiciones y religiosidad en honor a Nuestro Señor Jesucristo, a Nuestra Santísima Madre la Virgen María y al Glorioso Patriarca Señor San José. 



Bibliografia  

Gaitán A., Héctor. La Calle Donde Tú Vives. Vol. 4. 10 vols. La Calle Donde Tú Vives. Ciudad de Guatemala: Artemis & Edinter, 1984.

Toledo Palomo, Ricardo. Retratos del Santo Hermano Pedro. Ciudad de Guatemala: Museo Fray Francisco Vázquez, 2002.

Vida de los Santos de BUTLER IV Octubre, Noviembre y Diciembre. 1.ª ed. Vol. 4. 4 vols. Vida de los Santos de BUTLER. Ciudad de México: John W. Clute, 1965.