En un encuentro con seminaristas madrileños en el Vaticano, el Papa Francisco destacó la importancia de la Eucaristía como fuente de inspiración y guía en la vida de los futuros sacerdotes. Durante su discurso, instó a los seminaristas a reflexionar sobre la futilidad de las "ideas mundanas" y los deseos de destacar, proponiendo el "silencio, oración, ayuno, penitencia y ascesis" como elementos esenciales para liberarse de lo que puede esclavizar y entregarse por completo a Dios.
En un diálogo espontáneo con los seminaristas, el Papa compartió las palabras del obispo español Manuel González, subrayando la visión de un seminario donde la Eucaristía desempeña roles fundamentales, desde estímulo hasta piedra angular. El Pontífice enfatizó la necesidad de colocar a Dios en el centro de pensamientos y actividades diarias, utilizando la adoración como medio para que Cristo hable a los corazones.
Francisco también recordó la importancia de confrontarse diariamente con la Eucaristía como "inspector vigilante", instando a la reflexión sobre la futilidad de las aspiraciones mundanas. El discernimiento, la ciencia y la vigilancia fueron destacados como aspectos clave en la formación, pero el Papa advirtió que serían ineficaces sin la ascesis, subrayando la importancia del esfuerzo y la entrega.
En el cierre, el Papa señaló el papel crucial del silencio, la oración, el ayuno, la penitencia y la ascesis como elementos necesarios para liberarse de lo que puede esclavizar y entregarse completamente a Dios. Abogó por la docilidad de espíritu y la confianza en Dios como el gran providente, instando a los seminaristas a ponerse a sus órdenes en todos los aspectos de la vida.
Con información de Vatican News
