Jesús de las Angustias: el rostro de la fe

Escrito el 03/03/2024
Pablo Ambrosio


La Parroquia San José Obrero, fundada en el año 1959,  es un centro de encuentro con Jesús vivo en la Eucaristía, de esperanza y tradición para los fieles que la han visto crecer a lo largo de los años. El 25 de julio de aquel año, en una emotiva ceremonia, se colocó la primera piedra de esta iglesia. Bajo la atenta mirada del XV Arzobispo Mons. Mariano Rossell y Arellano, del fundador y primer párroco José Ramiro Pellecer Samayoa. Desde sus cimientos esta parroquia se ha convertido en un bastión espiritual para la comunidad, guiando a generaciones enteras en su camino de fe.

 

Uno de los tesoros más preciados de esta parroquia es el Divino Rostro, un regalo otorgado en el año 1960. Bajo la dirección del Padre Pellecer, este rostro fue dotado de un cuerpo por el hábil escultor don Antonio Montúfar, uniendo así la devoción con la expresión física. Este ícono sagrado no solo es objeto de veneración, sino que también ha sido protagonista de procesiones y eventos religiosos que han marcado la vida de la comunidad.

 

En 1961 Jesús Nazareno salió por primera vez en procesión, llevando consigo la fe y la devoción de sus fieles devotos. Desde entonces, su presencia ha sido una constante en las conmemoraciones cuaresmales, siendo testigo de los momentos más significativos en la vida de la Parroquia y de quienes la conforman. Desde entonces la devoción se desborda por las calles y avenidas cada tercer Domingo de Cuaresma.

 

Pero la devoción no se limita solo a Jesús Nazareno. En 1963, la parroquia se enriqueció aún más al salir por primera vez acompañada de la Santísima Virgen de Dolores, una obra maravillosa creada por don Huberto Solís. Esta unión de advocaciones ha fortalecido el vínculo espiritual de la comunidad, brindando consuelo y esperanza en momentos de alegría y tribulación.

 

Detrás de esta historia de fe y devoción, se encuentran nombres que han dejado una profunda huella en la vida de la parroquia y de quienes la integran. Entre ellos, destacan figuras como Rubén Bran, Samuel Ruiz, Isabel Gutiérrez de Juárez, José Angel Borrayo, José Alquijay y Maria Luz Rosales, cuyo compromiso y dedicación han sido fundamentales en el crecimiento y la consolidación de esta comunidad de fe.

 

La Parroquia San José Obrero sigue siendo un faro de esperanza en medio de la tumultuosa realidad cotidiana. Su legado de fe, devoción y solidaridad perdura en el tiempo, inspirando a nuevas generaciones a seguir el camino de la luz y el amor católico. En cada rostro que se inclina en oración ante Jesús de las Angustias, se refleja la historia viva de una comunidad unida por la fe y el amor a Dios.

La Parroquia se ubica en el corazón de la ruidosa urbe capitalina. En la colonia Castillo Lara de la zona 7 capitalina,  lugar donde inicia la fe para quienes residen en las colonias aledañas como la Landívar y Quinta Samayoa. Devotos de otras zonas, municipios y departamentos; hermandades que se unen a la devoción. Jesús Nazareno y Virgen de Dolores unen en especial tradición a la comunidad y a toda la región. 

Información: Samuel Ochoa