Vínculo Centenario con la Nueva Guatemala de la Asunción

Escrito el 29/02/2024
Pablo Ambrosio


"303 años de devoción a Jesús Nazareno de la Merced en la nueva Guatemala de la Asunción"


La historia de Jesús de la Merced se entrelaza con los tejidos más profundos de la sociedad guatemalteca, marcando un legado de devoción y conexión espiritual que perdura a lo largo de los siglos. Desde sus humildes orígenes hasta su veneración contemporánea, la figura de Jesús de la Merced ha sido testigo de momentos trascendentales en la historia de Guatemala, reflejando la fe y la identidad del pueblo.

El origen de esta devoción se remonta a un período de tensiones y disputas entre los mayordomos de Jesús Nazareno y los padres mercedarios. Ante los problemas y diferencias surgidas, la Cofradía tomó la decisión de mandar a elaborar una imagen que fuera de su propiedad. Así, en el año 1655, se encargó la talla de un "Santo Cristo" al escultor Mateo de Zúñiga, según documentos resguardados en el Archivo Histórico Arquidiocesano de Guatemala.



El proceso de creación de la imagen estuvo marcado por un profundo sentido de devoción y compromiso religioso. Zúñiga entregó la obra terminada el 27 de marzo de 1655, fecha que marcaría el inicio de una nueva era de veneración y adoración en la ciudad. Desde ese momento, la imagen de Jesús de la Merced se convirtió en un punto focal de la fe cristiana en Guatemala, atrayendo a fieles de todas partes en busca de consuelo y esperanza.

La consagración de la imagen en 1717 por el obispo Juan Bautista Álvarez de Toledo fue un momento crucial en su historia, elevando su estatus a uno de patrón jurado contra las calamidades. Esta designación otorgada por el Ayuntamiento en 1721 estableció un vínculo indeleble entre la imagen y la ciudad, reflejando la profunda fe del pueblo guatemalteco y su confianza en la intercesión divina.



A lo largo de los siglos, Jesús de la Merced ha sido testigo de numerosos eventos históricos y calamidades que han afectado a Guatemala. Desde erupciones volcánicas hasta plagas de langosta, la imagen ha sido sacada en procesión de rogativa en momentos de crisis y necesidad. Estas manifestaciones de fe no solo han fortalecido el vínculo entre la imagen y el pueblo, sino que también han demostrado la poderosa influencia de la religión en la vida cotidiana y la cultura de Guatemala.

La devoción a Jesús de la Merced continúa siendo una parte integral de la vida religiosa y cultural de Guatemala en la actualidad. Sus procesiones anuales, especialmente durante la Semana Santa, atraen a miles de fieles que buscan renovar su fe y expresar su gratitud por las bendiciones recibidas. A pesar de los cambios en la sociedad y la controversia ocasional, la devoción a Jesús de la Merced sigue siendo un pilar fundamental de la identidad guatemalteca, recordándonos la importancia de la fe y la esperanza en tiempos de dificultad y adversidad.

 

Prensa Libre